lunes, 26 de noviembre de 2012

ADIÓS - Noviembre (2012)





CORTOMETRAJES, PRESOS Y CÁRCELES, INVIERNO DE CINE

La muerte y los ambientes carcelarios centran dos de las cintas que se estrenan los próximos meses; The Paperboy (Lee Daniels, 2012) y César debe morir (Hermanos Taviani, 2012). En ambas, los presos y su cercana convivencia diaria con la muerte, tanto los que ven pasar los días en el corredor de la muerte como los que cumplen condenas máximas o menores por delitos de sangre o tráfico de drogas. La Muerte como castigo o como liberación.


El amor en el corredor de la muerte
Escribir cartas a los presos para hacerles más llevadera su privación de libertad y en muchos casos, su próxima ejecución, es una costumbre extendida ya por todo el mundo a través de organizaciones no gubernamentales y sus campañas de apoyo a presos de conciencia y políticos. Sin embargo, antes de que estas organizaciones comenzaran a emplear la correspondencia como medida de protesta, décadas atrás, la correspondencia con presos ya era una costumbre más que arraigada en los Estados Unidos.

Lee Daniels (Monster’s Ball, 2001. Precious, 2009) ha dirigido The Paperboy, basada en la novela homónima de Pete Dexter. La historia de un periodista homosexual (Mattehw McCounanghey) regresa a su lugar de origen, una pequeña localidad del sur de EEUU, junto a un colega, (David Oyelowo) para investigar la posible inocencia de un preso que se encuentra en el corredor de la muerte (John Cusack), para ellos contará con la ayuda de su joven hermano (Zen Efron). En medio de todos ellos, una atractiva joven, enamorada del condenado a raíz de haber mantenido correspondencia con él, será la que solicite ayuda al periodista para salvar a su prometido.

Si bien la cinta de Daniels que, en un principio, iba a ser dirigida por Pedro Almodóvar, fue seleccionada para el festival de Cannes, las críticas negativas se cebaron tanto con el director como con el resto del equipo. Tan solo Nicole Kidman, que interpreta un papel de reparto, se salvó de la quema.

A pesar de que el argumento surge de cómo se enamoran un preso próximo a su ejecución y una joven que se dedica a cartearse con presidiarios para hacer más liviano el peso de su futura ejecución, la mayoría de las críticas critican el hecho de que al adaptar la novela, los guionistas, Daniels y el mismo Dexter, hayan relegado la historia de amor surgida entre el preso y la joven sureña con la que se cartea desde el corredor de la muerte, a las escenas de sexo  y las relaciones morbosas que se dan entre sus protagonistas.

Lo que sí muestran tanto la novela como la película es la importancia que dichas cartas, sobre todo cuando en ellas se instala el amor, tienen para el presidiario.  Para éste, la llegada de esas letras, única conexión con el mundo exterior, alivia su muerte en vida más que el contenido mismo de ellas.


Matar a César para vivir otra vida
Los octogenarios Paolo y Vittorio Taviani, de 81 y 83 años respectivamente, ganaban el Oso de Oro en la pasada 62ª edición del Festival de Cine de Berlín con su César debe morir, película con la que también han obtenido cinco premios David di Donatello 2012; mejor película, mejor dirección, mejor producción, mejor montaje y mejor sonido.

César debe morir es un ejemplo del teatro dentro del cine. Los hermanos Taviani ponen en escena la historia del montaje teatral de la obra de Shakespeare,  Julio César, que llevan a cabo un grupo de presos en una cárcel romana de alta seguridad, Rebibbia. La cinta,  que se acerca más a lo que se ha dado en llamar docu- ficción, está interpretada por los propios presos y por un exconvicto, Salvatore Striano que da vida a Bruto. Striano, que lleva a sus espaldas cinco años de cárcel es el único con experiencia cinematográfica, ha participado en Gomorra (Matteo Garrone, 2008), Napoli, Napoli, Napoli (Abel Ferrara, 2009), Fortapàsc (Marco Risi, 2009) y Gorbaciof – Il cassiere col vizio del gioco (Stefano Incerti, 2010).

La galardonada fotografía de Simone Zampagni emplea el recurso del cambio del color al blanco y negro para recrear en éste último la realidad de la vida en la prisión. Una prisión en la que todos, sentenciados a muerte y presos comunes, se muestran como hombres grises escondidos en sus soledades, vacíos o miedos. En un blanco y negro que simboliza la frialdad de las paredes que, a modo de lápida, separan al hombre de la luz, de la vida. Mientras los instantes vividos en la supuesta irrealidad del teatro son los que se nos muestran en color. Así, la repetitiva muerte de César a manos de Bruto es el momento que da sentido a la vida de dichos presos. En la muerte del emperador, acontecida tantas veces como ensayada, ese grupo de presos encuentran la salida a su rubricado destino.


VISUALÍZAME II, AUDIOVISUAL & MUJER,  MIRADAS DE MUJER A LA MUERTE
Suicidios forzados o voluntarios, ritos funerarios y  duelos son algunos de los argumentos presentados en formato cortometraje por jóvenes realizadoras españolas al festival nacional de cortometrajes VisualízaMe, Audiovisual & Mujer, que convoca la fundación Inquietarte.  La muerte es un argumento que, cada vez con más frecuencia, forma parte de las historias que las realizadoras españolas para emplean para contar algunos aspectos de las relaciones entre los seres humanos. En esta segunda edición del festival, los cortometrajes Unfarewell de Ainhoa Menéndez, 5º b Esc. Dcha. de María Adánez, Banuatu o la felicidad de Rafa Piqueras, con Guion de Rebeca Valls, Ay pena de Elisa Cepedal, Listo para hablar de Ángeles Reiné, De “El Retiro” a “Sol” de Suniti María Jurado y Conversa cunha muller morta de Sonia Méndez han sido los que presentan argumentos relacionados con la muerte.

Unfarewell de Ainhoa Menéndez nos presenta una extraña comunidad religiosa en la que los mayores, llegados a una edad determinada, el día de su cumpleaños deben acaban con su vida suicidándose, uno de los “abuelos”  se plantea acabar con esa costumbre para no perderse la relación de amistad que le une con su nieto. El debut como realizadora de la actriz María Adánez, 5º b Esc. Dcha., es un cortometraje con tintes autobiográficos en el que tres hermanas, acompañadas por su madre, deben cumplir la última voluntad de su difunto padre esparciendo sus cenizas. En Banuatu o la felicidad de Rafa Piqueras, con Guion de Rebeca Valls cuatro amigas de juventud, en plena madurez se plantean el suicidio colectivo por una promesa que realizaron en el último viaje que disfrutaron juntas. Elisa Cepedal en Ay pena permite a la protagonista encontrar su verdadero camino tras heredar un pequeño negocio familiar a la muerte de su madre. Listo para hablar de Ángeles Reiné muestra el duelo y los tratamientos psicológicos a los que deben someterse los familiares de víctimas de atentados. De “El Retiro” a “Sol” de Suniti María Jurado es una visión optimista de la muerte planteada como mero trámite y Conversa cunha muller morta de Sonia Méndez, una propuesta diferente y arriesgada de tratar la violencia machista apoyada en la tradición cultural gallega, en la que relación con los muertos está siempre presente. 
Estas distintas miradas e interpretaciones sobre la muerte se podrán ver en distintos puntos de la geografía nacional e internacional gracias al carácter itinerante del festival.

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